La ajedrez es un deporte muy válido para niños y adultos autistas. El tema carece todavía de información e investigaciones, pero la experiencia demuestra que el ajedrez sirve para estimular el desarrollo social, emocional y cognitivo, por lo que ayuda a desarrollar el trastorno del cerebro que poseen estas personas.
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Todos sabemos que el practicar el juego del ajedrez es beneficioso puesto que desarrolla la imaginación, la lógica, los cálculos mentales... ¿pero es también adecuado para los niños/as con autismo? Bien es cierto, que en este juego no se necesita el contacto físico por lo que los niños/as autistas pueden sentirse cómodos y además las normas son muy claras. Pero ¿y qué podemos decir de la características de “baja tolerancia a la frustración” que poseen los niños/as autistas? Si al niño autista se le priva de la victoria del juego que es lo que se esperaba y deseaba ¿qué puede ocurrir?.
ResponderEliminarRecientemente se ha publicado un nuevo libro dedicado a este tema titulado "Developing Chess Talent" (Desarrollo del talento ajedrecístico) escrito por Karel y MI Merijn van Delft, que se sirven de casos clínicos para demostrar la tesis de que el ajedrez sirve para estimular el desarrollo social, emocional y cognitivo en las personas con trastorno del espectro autista.
No sé si será adecuado poner en contacto a los autistas con el juego del ajedrez, pero sí existen casos reales de personas que las ha supuesto una mejora en su desarrollo, siempre está la posibilidad de intentarlo.
Buen Día:
ResponderEliminarActualmente estoy dando clases a un chico que tuvo autismo de chico. Y si bien tiene alguna dificultad en su juego he visto su crecimiento como jugador. El ajedrez tiene ciertas caracteristicas que las englobamos dentro de la tactica y que son facilmente de aprender y de aplicar lo que hace muy posible que los jugadores con estas caracteristicas que mencionamos sean propensos a ganar mas de una partida.
Ademas de esto la victoria no solo se da en el juego, sino también en el cumplimiento de metas. Si solo centráramos el placer del juego en ganar, eliminaríamos el placer de aprender de nuestros errores. Saludos